Blog

Letra administrativa: qué es y por qué es importante

Aquellas personas que estéis preparando una oposición docente sabréis de primera mano que este tipo de selección incluye varias modalidades de prueba diferentes: por un lado, están las pruebas escritas, que los y las aspirantes realizan de forma simultánea, y por el otro, existen pruebas de carácter oral (como puede ser la presentación de una unidad didáctica o incluso una interpretación instrumental), que se llevan a cabo individualmente.

Por este motivo, las pruebas orales se desarrollan durante varias jornadas y a cada aspirante se le cita un día y a una hora determinados. Pero, ¿sabéis cuál es el criterio que se sigue para decidir dicha secuenciación? ¿Todas las comunidades autónomas siguen el mismo criterio? En este post hablaremos de ello y responderemos a estas preguntas.

Las oposiciones de acceso a los cuerpos docentes —ya sean de maestros, de educación secundaria o de conservatorio— dependen de las autonomías, que son quienes las gestionan, y no del gobierno central. Así, cada comunidad decide en qué año se convocarán oposiciones, cuántas plazas se ofertarán o las fechas en las que se desarrollarán las pruebas, entre otras muchas cuestiones. Pues bien, otro de los aspectos que deben determinar las comunidades autónomas es el orden de actuación de los y las aspirantes en las pruebas de carácter individual.

¿Cómo lo hacen? Para ello, llevan a cabo un sorteo público en el que se elige una letra —la denominada letra administrativa—, que marcará un orden alfabético. Por ejemplo, si sale elegida la letra «E», se comenzará por las personas cuyo primer apellido empiece por ella. De no haber ninguna, se pasará automáticamente a la siguiente letra, y así sucesivamente. Por lo tanto, de acuerdo con el ejemplo anterior, un aspirante cuyo apellido empiece por la letra «D» realizará su prueba en último lugar.

¿Por qué la letra administrativa es importante? Consideramos que saber con antelación cuál es el orden en el que nos citarán para la prueba oral (aunque sea de forma aproximada) puede ayudarnos a gestionarla mejor y, quizá, a reducir la sensación de ansiedad o estrés derivada de la falta de información que muchas veces rodea todo el proceso de las oposiciones. Cuanto antes lo sepamos, antes nos haremos a la idea y, así, podremos centrar nuestros esfuerzos en otras cuestiones más relevantes. Eso sí, queremos recalcar que ser la última persona en hacer la defensa delante del tribunal no tiene por qué suponer una desventaja frente al resto de participantes, al igual que ser de las primeras tampoco nos proporcionará ninguna facilidad adicional. Es un dato que hay que tener en cuenta, pero no debemos dejar que nos afecte negativamente, sino todo lo contrario. Debemos saber aprovecharlo a nuestro favor.

Por nuestra parte, seguiremos informándonos para proporcionaros siempre las últimas novedades relativas al proceso de las oposiciones. ¡Ánimo!