En Dos Acordes, empezamos el año cargados de novedades. Una de ellas, la obra Galaica: Suite Sinfónica, de Luis Taibo García, que ya está disponible en nuestra tienda bajo la edición crítica de Alberto Cancela Montes y con la colaboración de Beatriz Cancela Montes. En este post descubriremos más sobre cómo la realidad de este autor influyó en su composición.
Como muchos otros artistas españoles, Luis Taibo García —originario de Galicia— emigró a México en busca de nuevas y mejores oportunidades a principios del siglo XIX. Fue entonces, mientras ese país estaba inmerso en una guerra civil, cuando Taibo comenzó a afrontar la composición de su primera obra sinfónica: Galaica.
Aunque pasó la mayor parte de su vida en México, Taibo nunca olvidó sus raíces gallegas. Así, esta obra refleja la dualidad de su persona y aúna sus recuerdos pasados y sus nuevas perspectivas.
De este modo, en la partitura encontramos dos enfoques diferentes. Por un lado, y como si de la espesa, salvaje y florecida naturaleza gallega se tratase, se suceden motivos melódicos de un fuerte sabor tradicional. Por otro, utiliza procedimientos y sonoridades de enorme madurez y desarrolla una intensa labor técnica desde el punto de vista del lenguaje contemporáneo. Sin duda, esto demuestra que Taibo supo adaptarse perfectamente al llamado «Nuevo Mundo», aunque nunca abandonase del todo su añorada tierra.
Tanto es así que Taibo encuentra inspiración en la obra de su paisano Valle-Inclán Aromas de Leyenda; un poemario que forma parte de la trilogía poética Claves líricas y en el que el ilustre escritor gallego rinde homenaje a su tierra natal. El maestro Taibo no solo se inspiró de esta obra, sino que además se sintió profundamente identificado con ella.
Sus composiciones son fruto de su gran ambición y esfuerzo, y puede que Galaica sea el mejor ejemplo de ello.