El proceso editorial
Que el 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro es algo sobradamente conocido, pero ¿sabías que ese mismo día también está dedicado al derecho de autor? Gracias a este día, no solamente se promueve la lectura y se deja clara la necesidad de reconocer el trabajo de los autores, sino que, además también se intenta visibilizar el trabajo de todas aquellas personas que forman parte del proceso editorial.
Para que un libro llegue a estar en el escaparate de una librería, en la estantería de una biblioteca o dentro de un paquete que finalmente estará en tus manos, primero tienen que pasar muchas cosas. Es evidente que todo parte de la figura del autor, que será la piedra angular del proceso de escritura. Sin embargo, los autores no están solos durante ese proceso. Para que su escrito (libro, ensayo, novela gráfica, disertación…) llegue a publicarse, necesitará de un editor. Este se encarga de evaluar el manuscrito: su potencial, la calidad de la redacción, la estructura… En definitiva, aconsejará, guiará y acompañará al autor durante el proceso de creación hasta llegar al resultado final.
Solo con estos primeros pasos, ya pueden haber pasado muchos meses. Ahora, con el «resultado final» en manos, hay que asegurarse de que el texto está impecable, listo para ser publicado y leído. Y ahí interviene la figura del corrector. A grandes rasgos, los correctores son las personas encargadas de asegurar que no existen errores ortotipográficos en el texto, que no se ha escapado ninguna errata y que, en general, se adapta lingüísticamente a la finalidad con la que ha sido concebido. También puede darse el caso de que el original sea un libro escrito en otro idioma, con su autor y su editorial de publicación, que alguna editorial española quiera publicar. Entonces necesitamos, indiscutiblemente, a un traductor. Y ojo que las traducciones también se revisan y se corrigen, por lo que tampoco es un proceso sencillo, ni rápido: requiere muchas horas de trabajo.
Cuando por fin el texto está listo, todavía quedan las últimas etapas: la maquetación y el diseño. Aquí se asegura que el formato sea el adecuado, que los elementos gráficos, si los tiene, estén correctamente dispuestos o que la tipografía, los colores y el diseño de cubierta sean fieles al contenido y a su finalidad. De nuevo: más personas implicadas, más horas de trabajo, más esfuerzo. Y, por fin, «solo» quedaría mandarlo a imprenta, en caso de que el libro vaya a publicarse en papel, y ¡¡distribuirlo!!
Ese es el largo camino que recorren los libros desde que un autor concibe una idea o desde que una editorial contacta con un autor para que desarrolle un proyecto hasta que lo tenemos en nuestras manos. ¿Alguna vez habías reparado en esto? ¿Sabías que en la publicación de un libro participaba tanta gente?
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¿Por qué es necesario reivindicar la figura del autor?
Como vemos, publicar un libro no es tarea fácil y, además, implica a muchos profesionales que dedican tiempo y esfuerzo al proyecto. Por eso, reivindicar la figura del autor ayuda a valorar su producto, su trabajo y el trabajo de todos aquellos que lo hacen posible.
La mejor manera de apoyar a las personas que trabajamos en el mundo editorial es seguir consumiendo sus creaciones de manera responsable y ética. Comprar un libro es valorar el esfuerzo del autor, pero también de editores, traductores, correctores, maquetadores, diseñadores gráficos…
Ahora que sabes todo lo que implica la publicación de un libro, ¿seguro que te sigue pareciendo «caro»? A todos nos gusta que reconozcan nuestro trabajo, así que empecemos por reconocer el de los demás.
¡Feliz Día del Libro! Para celebrarlo, en Dos Acordes tenemos un 10% de descuento en nuestra tienda online y, además, por compras superiores a 15€, te regalamos un disco de tu elección; solo tendrás que ponerlo en las observaciones de tu compra. La promoción estará activa hasta el 30 de abril. ¡¡Aprovecha!! 😊