Seguro que alguna vez has oído la expresión il dolce far niente (ya hasta hacen camisetas con esa especie de mantra). Se trata de una frase hecha utilizada por los italianos para referirse a esa sensación tan agradable que nos invade a todos cuando hacemos, simplemente, nada. 🥰
Hoy en día es prácticamente imposible encontrar un rato en el que, de verdad, no estemos haciendo nada (mirar Instagram, aunque no lo parezca, cuenta como actividad y muchas veces ni siquiera disfrutamos de ella). Pero bueno, supongo que lo importante es poder encontrar un cierto equilibro.
Yendo un poco al grano, y a lo mío, parece que los textos se han contaminado de esa necesidad de hacer, concretamente, de realizar, todo tipo de actividades: Que si voy a realizar una comprobación, que si voy a realizar una pausa, que si voy a realizar unos cambios o modificaciones, que si voy a realizar un listado de obras, que si voy a realizar un repaso de los temas…
Mira, ¡qué empacho de realizar cosas, ¿no?!
El mismo equilibrio que buscamos en la vida idealmente deberíamos buscarlo en nuestros textos. Déjame decirte que esto no es un error ortográfico gravísimo por el que te vayan a suspender, pero, cuando eres un examinador que lleva corregidas decenas de exámenes (iguales), ayuda mucho que el estilo del texto sea fluido.
Así que apliquemos otro mantra: menos es más. Porque a veces simplemente basta con comprobar algo, hacer una pausa, incluso descansar o parar de estudiar, insertar cambios o modificar el documento, repasar los temas…
La riqueza léxica de nuestra lengua es envidiable, ¡aprovechémosla!
Dicho esto, ¡ánimo con la semana! 🚀