Blog

No más tachones: llega tu consejera ortográfica de confianza

Tras un tiempo en la sombra viendo y leyendo simulacros de examen y textos de todo tipo, ¡he decidido actuar! Llego aquí con la misión de hacer desaparecer todas tus erratas… un poco a lo Robin Hood, por ayudar, vaya.

Me molesta que las comas y las tildes mal puestas, las faltas de ortografía y las frases que parece que no acaban nunca se queden con todo el protagonismo de lo que escribes. Así que voy a devolvértelo.

¿A te parece bien? Bueno, te parezca bien o no, yo lo voy a hacer igualmente. Porque no hay nada que me enfade más que la gente que le pone tilde a «ti», pronombre personal de segunda persona.

«¿Por qué me hacen esto a mí?», te preguntarás. Unos, sí y a otros, no.

Ya… lo sé. Pero es así. Te cuento:

Mi puede ser una nota musical, pero mí, no; mí es un pronombre. Si puede introducir una oración condicional, pero sí, no; es un pronombre. ¿Ves la diferencia? ¿Y sabrías decirme cuál es la diferencia entre «tí» y «ti»? Pues eso 😉.

El pobre ti solo tiene una función en la vida, así que difícilmente puede confundirse con otra cosa. De ahí que no necesite adornos (o tildes diacríticas, si nos ponemos exquisitos).

Yo sé que esto ya te lo sabes, porque te lo dice Word, que es mu’ listo, pero como el día del examen solo vas a tener delante un folio en blanco y un boli BIC para rellenarlo, ¿mejor que uno esté preparado, no?

Con esto me despido, que ya me he quedado bien a gusto (separado, ¡que nos vamos conociendo!), pero podrás encontrarme por aquí los días 5, 15 y 25 de cada mes para hacerte la vida textual más sencilla. Y no es por crear hype, pero te advierto de que esto solo va a ir a mejor.

¡Hasta la próxima!