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LOS CONSEJOS DE ANACRUSA: TENGO BACTERIAS ¡Y SÉ CÓMO USARLAS!

El cuerpo humano está poblado por miríadas de microorganismos en toda su superficie y en las cavidades conectadas con el exterior. Los colonizadores microbianos del intestino (la llamada microbiota) son una parte funcional -y no prescindible- del organismo humano: aportan genes (microbioma) y funciones adicionales a los recursos de nuestra especie, y participan en múltiples procesos fisiológicos (desarrollo somático, nutrición, inmunidad, etc.).

Algunas enfermedades crónicas no transmisibles de la sociedad desarrollada (atopias, síndrome metabólico, enfermedades inflamatorias, cáncer y algunos trastornos de la conducta) se asocian a la disbiosis: pérdida de riqueza de especies en la microbiota intestinal y desviación del entorno microbiano ancestral.

Los cambios en la transmisión vertical del microbioma, el uso de antisépticos y antibióticos y los hábitos dietéticos de nuestra sociedad industrializada parecen estar en el origen de la disbiosis.

Mantener una microbiota intestinal equilibrada te ayudará a conseguir un funcionamiento óptimo de diferentes órganos y sistemas, y regular la respuesta inmunitaria de tu organismo. Y como ya sabes, las oposiciones son una época en la que debes estar lo más sano que sea posible. Aprendamos a cuidarla con algunos consejos de alimentación saludable:

  1. Toma alimentos fermentados. Consiguen restablecer el adecuado equilibrio de las bacterias en el intestino y ayudan aabsorber los nutrientes que estás consumiendo. Por ejemplo: yogur, kéfir, kombucha, chucrut o queso crudo.
  2. Fibras dietéticas, como patatas, legumbres y tubérculos, cebollas, ajo, plátanos, alcachofa, almendras.
  3. Proteínas de origen animal y vegetal: carne, pescados, mariscos, huevos, productos lácteos. Legumbres, frutos secos, semillas.
  4. Ácidos grasos: nueces, pescado azul, aguacate, semillas y aceites vegetales.

Malos hábitos que alteran tu microbiota y que deberías evitar

  1. Alcohol y tabaco. Influyen en la variedad de microorganismos que hay en tu intestino grueso y pueden producir desórdenes fisiológicos, como alteraciones en el tránsito, inflamación y dolor.
  2. Vida sedentaria. Algunos estudios han mostrado diferencias a nivel de la microbiota intestinal entre sujetos sedentarios y sujetos que realizan actividad física de diferente intensidad. Así que !mueve el culo!
  3. Estrés y ansiedad. Los estados de estrés y ansiedad pueden provocar alteraciones en tu microbiota haciendo que tenga menos diversidad; el cerebro y el intestino están conectados y se influyen mutuamente.
  4. Uso de antiácidos y otros medicamentos. Distintos medicamentos pueden producir cambios en el intestino que afectan al hábitat de tus bacterias. Los antiácidos, al alterar el pH intestinal, reducen los distintos tipos de bacterias. Si sigues un tratamiento crónico con estos medicamentos, es conveniente tomar probióticos para reestablecer el equilibrio de la microbiota intestinal.
  5. Consumo de carnes procesadas. Un consumo elevado de carne roja puede modificar la microbiota intestinal, favoreciendo el crecimiento de algunas especies nocivas.

Ya sabes, bacterias contentas, tú guay. ¡A seguir estudiando!