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LOS CONSEJOS DE ANACRUSA: DUÉRMETE NIÑ@, DUÉRMETE YA…

«Las oposiciones me descolocan el sueño», «¡no pego ojo!» ,»estoy como los búhos»

Sí, lo sé: la ansiedad y la presión pueden jugarte una mala pasada. Pero debes recordar que un buen descanso es tu mejor aliado para superar esta situación sin que se resienta tu salud mental y física.

La preparación para las oposiciones es un proceso muy demandante que puede generar un nivel de estrés considerable; este es el principal detonante del insomnio. Además de la autoexigencia, estas causas contribuyen al aumento de los problemas de sueño:

  • El temor al fracaso puede generar ansiedad y complicar la relajación necesaria para conciliar el sueño.
  • Comparación con otros opositores: pensar que otros están más avanzados o tienen más talento puede aumentar la presión y generar sentimientos de inferioridad.
  • Falta de apoyo social o familiar: un entorno que comprenda y apoye nuestro proceso es vital en la gestión del estrés y la soledad que implica el estudio intenso.
  • Problemas físicos: el sedentarismo, una alimentación desequilibrada o problemas de salud subyacentes pueden afectar la calidad del sueño y potenciar la ansiedad.
  • Presión económica: el coste de la preparación, unido a la sensación de estar dejando de lado otras oportunidades, puede generar estrés añadido.

Estos factores se retroalimentan entre sí, lo que amplifica el impacto del estrés en tu bienestar emocional y aumenta significativamente los problemas de sueño. El sueño es vital para mantener un equilibrio en nuestra salud mental y emocional, y cuando no logramos descansar adecuadamente, estas pueden ser las consecuencias:

  • La alteración emocional: cambios en tu estado de ánimo, sentirte más irritable, ansioso o deprimido. El insomnio puede afectar tu capacidad para superar situaciones adversas y volverte más vulnerable a la frustración, lo que dificulta tu habilidad para encontrar soluciones.
  • Tu memoria y atención, fundamentales para el estudio y el rendimiento. Puedes tener dificultades para recordar información importante, comprender textos extensos o mantener la concentración durante largos periodos de tiempo.

Te voy a dar algunas claves para dormir mejor y afrontar con más energía este nuevo reto:

  • Una rutina de sueño regular: prueba a establecer un horario fijo para acostarte y levantarte todos los días, incluidos los fines de semana. De esta manera, lograrás regular tus biorritmos.
  • Mantén tu dormitorio oscuro o con poca luz, con una temperatura fresca y silencio suficiente para promover un sueño reparador.
  • Evita estímulos antes de dormir: disminuye la utilización de dispositivos electrónicos y evita sonidos fuertes antes de dormir. Mirar redes antes de dormir no es una buena idea (y sabes que lo haces)
  • Respiración profunda abdominal: dedica unos minutos a realizar respiraciones lentas y profundas para calmar la mente y el cuerpo.
  • Meditación o yoga pueden ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad, facilitando el sueño.
  • Relajación muscular progresiva: realiza ejercicios de relajación muscular para liberar la tensión acumulada.
  • Haz alguna actividad física de forma regular, pero evita el ejercicio intenso cerca de la hora de acostarte.
  • Evita las comidas pesadas y estimulantes antes de acostarte: cena ligero y evita el consumo de estimulantes como cafeína o el picante antes de irte a la cama.
  • Para reducir el estrés, gestiona tu tiempo: organiza tus tareas y establece prioridades para reducir la sensación de agobio.
  • Busca el apoyo de tu círculo cercano: comparte tus preocupaciones con amigos y familiares de confianza.
  • Si lo necesitas, recurre la ayuda de expertos que puedan brindarte asesoramiento especializado en la gestión emocional y el descanso adecuado.

¡Felices sueños! Tuya,

AnaCrusa

(©Ilustración: Freepik)