hOlaA, hE VuEeLtO!
Uf… te ha costado leerlo, ¿verdad? Pues te recuerdo que había una época (no demasiado lejana 🙃) en la que escribíamos así. ¡Vaya cuadro!
Te confesaré que a mí también me ha costado escribirlo, no es nada fácil eso de repartir mayúsculas y minúsculas sin ningún tipo de criterio. Además, que es un verdadero horror para la vista.
¿Por qué haríamos eso? En fin, las modas…
Al leer ese mensaje, seguro que todos tenemos clarísimo que es una aberración. Ni siquiera nos hace falta saber la opinión de la RAE, es bastante evidente.
Pues mira, te voy a contar un secreto, igual de horrible es tener que leer textos llenos de mayúsculas que no vienen a nada.
Las mayúsculas tienen su utilidad, por supuesto. Nos ayudan a saber que algo es importante (nombres propios de instituciones, organismos, asignaturas incluso…), pero tienen un límite.
Como ahora ya no se lleva eStO dE eScriBir aSsí, sino que se lleva ser very mindful, very demure, ¡te voy a enseñar a poner límites con las mayúsculas! (esto de poner límites también es algo muy actual).
Because I care about you 😉.
Vamos a empezar con algo facilito, por ir entrando en materia, pero sin agobios, que esto es un melonazo de mucho cuidado. Aquí una serie de nombres que no se escriben con mayúscula inicial:
- Disciplinas científicas y áreas del conocimiento: El ámbito de la pedagogía ha avanzado mucho en los últimos años.
- Recintos de un centro educativo. Nos reuniremos en la sala de profesores o El salón de actos tiene que reformarse de cara al próximo curso.
- Cargos o profesiones: El director del colegio quiere hacer una reunión inicial con todos los profesores.
Sí se escriben con mayúscula:
- Los nombres oficiales de asignaturas o titulaciones: Voy a estudiar Pedagogía / Soy licenciado en Ciencias del Deporte.
- Los departamentos: Departamento de Lengua Castellana.
- Las denominaciones oficiales de etapas y clicos educativos: Educación Secundaria Obligatoria.
Como este tema da para mucho, ¡continuará próximamente! 🤓 Mientras tanto: a escribir.
