En la actualidad, la bibliografía y el aparato de citas y de referencias son elementos fundamentales para la elaboración y difusión de cualquier documento académico. Igualmente, en todo el proceso de oposición hay varios momentos en los que estos aspectos cobran especial relevancia; programación didáctica (PD) y tema precisan de un buen fundamento teórico, es decir, de una base constructiva firme y, por lo tanto, es indispensable que posean un sistema de referencias sólido y de calidad.
A priori, la tarea de seleccionar, citar y recoger las referencias más destacadas que sustenten nuestro escrito parece compleja, pero nada más lejos de la realidad; si bien algo laboriosa en un principio, al final es cuestión de conseguir una buena combinación de criterio, cuidado y orden.
¿Qué bibliografía elegir?
Esta es la primera duda que puede asaltarnos a la hora de acometer la tarea documental. Los temarios de Dos Acordes presentan una selección bibliográfica amplia y variada; del mismo modo, en los cursos ofertados en nuestra academia, entre todos los aspectos que se trabajan, hay una sesión semanal específica para temas y se realiza una revisión periódica y exhaustiva de la PD. Así, con buen asesoramiento y criterio, es más sencillo saber elegir las fuentes que más se adecuan a la forma de estructurar y desarrollar el tema y PD de cada aspirante y, además, facilita la tarea de mantener referencias recientes y en constante actualización.
No obstante, no solo importa el número. No se espera que cada opositor u opositora cite un número infinito de referencias, sino que haga un uso inteligente de ellas. Es decir, debemos demostrar que hemos ahondando en el tema, que conocemos una bibliografía profusa y que, de ella, hemos sabido seleccionar as obras que mejor refuerzan las ideas que se tratan en el tema o PD.
Es importante, además, saber aprovechar una de las grandes ventajas de nuestro contexto actual. Gracias a la revolución digital, tenemos un acceso a la información sin precedentes, inmediato y a golpe de clic. La contrapartida a esas facilidades es la cantidad de «ruido» que llega en medio de ese enorme volumen informativo. Por ello, esa selección de información debe realizarse con criterio y, en su resultado final, debe ser pertinente y adecuada al contexto específico de trabajo.
En lo tocante al tipo de referencias concretas que debemos incluir, además de la legislación vigente, es imprescindible echar mano de fuentes referenciales (los autores y obras imprescindibles y fundamentales) y de documentos recientes (títulos que sean novedosos y denoten interés y actualización por parte del aspirante). En el equilibrio está la clave para presentar una bibliografía completa y personal.
¿Por qué citar?
No cabe de duda de que incluir citas y referencias indica que, como aspirantes, hemos hecho los deberes: hemos investigado, nos hemos documentado en profundidad y, por lo tanto, conocemos bien diversos aspectos sobre el tema que estamos tratando. En pocas palabras, poseemos conocimiento y demostramos estar especializados en la materia.
Así, incluir información de otros autores bien seleccionada nos va a permitir sustentar nuestras ideas con citas de autoridad, ser críticos con determinados posicionamientos y, finalmente, integrar e imbricar nuestras apreciaciones personales en estos marcos teóricos. Por suerte, son muchos los autores que han escrito sobre las cuestiones que desarrollamos en PD y tema. Sus palabras, de gran peso e importancia, contribuirán a fortalecer nuestros escritos.
Y, por supuesto, al César lo que es del César. Esto es algo que está muy interiorizado en los diferentes ámbitos académicos: es preciso dar crédito a los autores y autoras que han dedicado su tiempo y esfuerzo a generar conocimiento. Sus trabajos son los cimientos sobre los que nosotros construimos nuestro material y en el que nos apoyamos, y nada justifica apropiarse de ideas ajenas o no indicar la autoría cuando es menester.
¿Cuándo y cómo citar?
Ahora que ya sabemos que las fuentes fiables y pertinentes son las más adecuadas para cualquier documento y entendemos las razones por las que hay que incluir citas, solo queda conocer cuándo y cómo citar.
Empecemos por el cuándo. En primer lugar, siempre que incluyamos en nuestro documento una cita textual. Deberemos hacerlo, además, de la manera adecuada, acorde con el manual de estilo que elijamos. En segundo lugar, quizás el caso más habitual con el que vamos a encontrarnos, cuando sinteticemos, resumamos o parafraseemos fragmentos de texto. En este caso, utilizamos nuestras propias palabras para recoger las ideas de otros y, de ese modo, completar y apoyar aquello que estamos exponiendo.
En lo que se refiere al cómo, la cuestión es bien sencilla: de acuerdo con un manual de estilo concreto. Así, referencias y citas se realizarán tal y como dicte el manual elegido. Los más habituales son APA (American Psychological Association) y Chicago-Deusto. Es imprescindible a este respecto que, se elija el que se elija, se utilice siempre el mismo para todo, es decir, de manera homogénea y coherente, ¡nada de mezclar!
Por último, aquí van algunos consejos que pueden ayudarnos a ser eficientes en todo este trabajo:
- Una buena base: un buen temario y unas fuentes documentales de partida de calidad facilitarán la tarea de selección de referencias.
- Poco a poco: ve recogiendo paulatinamente las referencias y fuentes que utilizas. Acumular un batiburrillo sin control o dejarlo todo para el final no son buenas ideas.
- Todo en orden: mantén los listados de referencias ordenados y organizados. Será más fácil detectar posibles errores, decidir qué documentos elegir y cuáles desechar o localizar las fuentes rápidamente cuando haga falta.
- Toque personal: aunque haya referencias cuya presencia es indiscutible por su importancia capital en la materia, procura ser original y diferenciarte en algún material bibliográfico que utilices. Debe ser representativo y pertinente para ti; se ajustará a tus necesidades de mejor manera y tu documento (PD o tema) tendrá un toque personal.
- Bien asesorado: en el proceso de preparación de la oposición es normal que surjan dudas o que ciertas cuestiones te sobrepasen. Por eso, es esencial tener un buen asesoramiento que dé una perspectiva externa y sepa aconsejar con conocimiento de causa, experiencia y objetividad.
Nuestro equipo trabaja para estar siempre dispuesto y actualizado, para ofrecer consejos bien fundamentados, gracias a su dilatada trayectoria en preparación de oposiciones, y por supuesto, para dedicar atención personalizada a cada estudiante, de manera que sus propuestas teóricas y didácticas estén perfectamente adaptadas a su contexto particular.
Y tú, ¿qué tal llevas este asunto? ¡Mucho ánimo con ello y buena semana!