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¿Qué es un MIDI mockup?

Con esta entrada queremos tratar de resolver una consulta muy habitual: “¿Qué es eso de un mockup?

Mockup, tomado directamente del inglés, vendría a traducirse como “maqueta” o “boceto”. Es un término que se suele aplicar a las distintas artes que requieren ciertos trabajos en los que se espera, previa a la contratación, la presentación y aprobación de una idea preliminar ante empresas que requieren de nuestros servicios. Así, podemos encontrarnos con maquetas (o mockups) en estudios de diseño, arquitectura… y, cómo no, también en el ámbito musical.

Situándonos un poco en un contexto histórico no muy lejano: hace no tantos años, el compositor se reunía con el director de la película para enseñarle sus ideas compositivas directamente en el piano. Al compositor se le solían dar breves resúmenes (trabajo habitualmente conocido como scoring to a brief) en los que se contaba a grandes rasgos qué se pretendía que incluyera la BSO de la película / documental / trailer… Por tanto, antes de invertir económicamente, era necesario que el equipo de dirección y producción estuvieran conformes ante la propuesta del compositor. Una vez habían escuchado las ideas “bosquejadas” y accedían a su financiación era cuando comenzaba la fase de orquestación e instrumentación. ¡Así eran los primeros mockups en el cine/tv!

Os dejamos aquí un clásico ejemplo donde John Williams se reúne con Spielberg para explicarle su “proyecto de partitura” para la película ET:

Afortunadamente, en el terreno de la música, la proliferación de las nuevas tecnologías ha abierto nuevos campos a lo largo de las últimas décadas, impensables cuando los primeros compositores y orquestadores de Hollywood realizaron sus trabajos. Estos primitivos mockups se han visto beneficiados del desarrollo del hardware y del software. Ordenadores cada vez más potentes que pueden ser conectados entre sí para aprovecharse de un trabajo conjunto, junto con “librerías orquestales”, permiten actualmente a los compositores realizar maquetas mucho más profesionales en mucho menos tiempo y reduciendo presupuestos.

Pero antes de seguir, toca aclarar otro concepto: ¿qué son las librerías orquestales? Se definen como librerías porque son literalmente “conjuntos de sonidos”. Empresas profesionales se dedican a su creación. Para resumirlo de forma simple: en una sala con una acústica impecable se llevan a cabo grabaciones de todos los instrumentos de la orquesta por separado. Con cada instrumento se crean miles de archivos que implican la grabación de todas las dinámicas existentes junto con todo tipo de articulaciones y ataques posibles en cada instrumento.

El trabajo es enorme, y requiere de muchísimas horas de grabación para poder obtener todos los archivos necesarios. Posteriormente, todos estos archivos se procesan a nivel técnico e informático y se ponen a la venta para ser usados en conjunto (“librerías”) mediante un software específico llamado sampler. No vamos a entrar aquí en marcas, ya que no es el fin de este artículo, pero esperamos que se entienda la idea.

Al comienzo de este post hablábamos de las necesidades de Hollywood. La altísima calidad de estas librerías, junto con su “reducido” coste (si lo comparamos con el precio de sesiones de grabación con una orquesta real) han hecho que a lo largo de los últimos años los productores y directores se hayan decidido a solicitar a los compositores mockups realizados de esta forma. Así tienen una idea mucho más nítida de cómo va a sonar la partitura cuando la interprete una orquesta real (si es el caso, ya que muchas veces ante bajos presupuestos el mockup se convierte en el producto final).

Os dejamos aquí otro ejemplo, siguiendo con John Williams, de otra de sus partituras célebres pero interpretadas directamente por un PC mediante librerías virtuales. A ver si os suena convincente:

Obviamente, la aplicación de los mockups no se limita solo al cine. Compositores y estudiantes de composición se ven también beneficiados por esta tecnología. Como sabéis, el estándar musical cuando hablamos de informática aplicada a la música es el formato MIDI. Por eso, cuando hablamos de realizar maquetas mediante librerías musicales, es frecuente escuchar también el término “MIDI mockup”.

Cuando un compositor o un arreglista emplea un ordenador para realizar una partitura lo hace mediante aplicaciones informáticas dedicadas a la edición de partituras que disponen de una tabla de sonidos propia que trabaja con este formato MIDI (es importante aclarar que el protocolo MIDI no suena por si mismo, sino que solo contiene información). Esto les permite poder escuchar en todo momento la propia composición. Pero la calidad sonora habitual de esta tabla de sonidos genérica dista mucho de sonar realista.

Para que podáis tener un ejemplo concreto sobre esto, vamos a presentaros una partitura compuesta por una joven compositora y antigua alumna de nuestra Academia Virtual: Carmen Acosta.

Carmen contactó el año pasado con nosotros solicitando información sobre nuestros mockups. Nos presentó una partitura muy interesante a la que enseguida vimos un enorme potencial musical. Ella misma nos la presenta:

Sinfonietta (2016), fragmento del I movimiento para orquesta. Con tintes prokofianos, está escrito en forma sonata en Mib menor difuminado por disonancias y en ocasiones la bitonalidad en la armonía.

Este es un fragmento de la partitura que nos envió:

Se puede apreciar en ella la gran densidad orquestal necesaria para su interpretación así como la cantidad de contrastes presentes por las dinámicas y diversidad de articulaciones definidas en la partitura. Lo que Carmen escuchaba en su editor de partituras era exactamente esto:

Como habréis escuchado, la calidad sonora está muy lejos de lo que cabría esperar en una orquesta real. Para que podáis entender el proceso de creación de un midi mockup mediante librerías virtuales y tratar de lograr una sonoridad y un realismo mucho más acorde con lo esperado, los pasos deberían ser muy similares a estos (obviamente está explicado muy a grandes rasgos; no es el fin de este post explicar detalladamente todo esto):

  • Partiendo de un software denominado “Secuenciador”, se importa el archivo .mid estableciendo las distintas pistas (“instrumentos”). Sobre cada pista se asigna la librería o librerías virtuales correspondientes y sobre ellas hay que trabajar todo lo musicalmente posible: planos sonoros, dinámicas, articulaciones, fraseos…
  • Cuando todo está equilibrado se procede a una primera mezcla. Se empiezan a aplicar los primeros efectos de ecualización que ayudarán aún más a ubicar espacialmente la mezcla resultante.
  • Mezcla final.
  • Masterización.

Dicho así parece un proceso muy rápido y simple, aunque la realidad dista mucho de ello. Imaginamos que tenéis curiosidad por saber cómo aplica todo esto al ejemplo de la obra de Carmen. Para ello, aquí os dejamos ese mismo fragmento antes mostrado:

Esperamos que os haya gustado el resultado final y esta explicación os haya aclarado todas esas dudas.

Por supuesto, si tenéis alguna obra que os gustaría tener con una calidad similar, no tenéis más que poneros en contacto con nosotros y trataremos de ayudaros en la medida que podamos.