Creo que si alguien nos pregunta cómo quieres que sea tu último día en el trabajo antes de retirarte… La respuesta sería como el de Enrique:
Al Director del CEIP SAN Claudio LEÓN, le hicieron un homenaje muy especial por su jubilación. En el que participaron todos sus compañeros y alumnos del Colegio. Y es que, cuando todos quieren estar presentes en tu homenaje, corean tu nombre y te abrazan con tanto cariño es que lo has hecho muy bien.
Y, esto es lo que tiene la profesión de docente, una profesión de lo más dura, y muchas veces poco valorada… Pero en la que podemos dejar huella en cada uno de los alumnos que pasan por nuestras aulas a lo largo de los años de carrera, y también de los compañeros con los que compartimos sala de profesores.
Esto es seguro lo que consiguió Enrique, dejar huella en todas las personas a las que “educó” durante sus años como profesor. Y ponemos “educó” entre comillas, porque no nos referimos solo a las materias, sino a todo lo que rodea esta profesión… A promulgar el respeto por los compañeros, el cariño, conocer qué se le da bien a cada uno de nuestros alumnos, conseguir motivar…
¿Maestro se nace, o se hacer?
Maestro, una de las profesionesmás importantes y maravillosas del mundo, pero que a veces también puede resultar difícil, e incluso frustrante. Pero, ¿qué engloba en realidad esta profesión?, ¿se limita tan solo a enseñar?, ¿cualquiera puede ser docente?
Pues bien, la profesión de maestro no se limita tan solo a enseñar, sino que se alarga a aspectos tan importantes como el de saber escuchar y motivar… Ser buen consejero y empático con el de enfrente, y servir a veces de hombro en el que llorar. También es imprescindible, saber sacar lo mejor de cada uno y amar la materia y conseguir que los alumnos la amen también.
Se trata de ser proactivo, y desarrollar capacidades personales que ayuden a informar y formar a los estudiantes. De trabajar en pro de una formación ética, de equidad, solidaria y humanizadora, que personalice a los alumnos, y no los trate como simples números.
En definitiva, ser maestro es un arte, una profesión con vocación… que obliga a ajustarse a cada grupo de trabajo. Que nos obliga a conocer muchas estrategias y metodologías y a tener nuestra visión de mundo muy clara. Y en la que es necesaria llevar siempre en nuestra mochila el alma, corazón, mente y nuestro espíritu.
Es cierto que todo lo anteriormente dicho es algo con lo que se nace, pero en lo es necesario formarse…
Didáctica, pedagogía, nuevos medios y herramientas
Queremos destacar que para ser un buen maestro, es necesario tener la parte de didáctica muy trabajada. Utilizar nuestras estrategias didácticas (orientaciones conscientes e intencionales) y estructurarlas como un sistema de conocimientos, habilidades, de hábitos y procedimientos. Con los que seguimos las direcciones planificadas, pero en las que también tiene cabida la flexibilidad.
También es imprescindible la pedagogía, utilizada casi como un arte, en la que nos adaptaremos a cada grupo, y en la que haremos uso de la integración de conocimientos, destrezas y habilidades útiles para la labor profesional.
Hablemos, por último, de la ética como máxima para educar “mejor.” Así como de los medios y las herramientas más novedosos. Y es que los maestros deben también evolucionar con las nuevas tecnologías, y utilizarlas en sus quehaceres diarios.