El Cociente intelectual fue durante años el indicador para saber si una persona podría ser exitosa o no en la vida. Se realizaba un test de inteligencia a las personas que relacionaba el desempeño académico y el éxito profesional. Sin embargo, con el paso de los años han ido apareciendo nuevos términos, como la Teoría de las Inteligencias Múltiples o la Inteligencia emocional.
Pero, vamos paso a paso, lo cierto es que el Cociente Intelectual sí es un buen indicador, eso sí, no como único elemento, ya que de lo contrario reflejaría una imagen sesgada e incompleta realidad. Es por ello que se debe tener en cuenta una concepción más amplia de las habilidades cognitivas básicas, o lo que se conoce normalmente por inteligencia.
En este punto es dónde nacen las diferentes teorías como la de de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, la teoría de Raymond Cattell (y otros) o la Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman.
Si nos centramos en la importancia que las emociones tienen en nuestro día a día, seremos conscientes de la transcendencia que estas tienen en nuestra vida. Y aquí, es dónde podemos diferenciar entre las personas que tienen un dominio de su faceta emocional muy desarrollado, de las que tienen una inteligencia emocional muy limitada. Estas capacidades, chocan en muchas ocasiones con otras capacidades intelectuales.
Pensemos por ejemplo en los que se conocen como “chapones” capaces de memorizar y verdaderas máquinas en muchas materias, pero con muy pocas tablas en las relaciones sociales. O en el caso contrario de los “malos estudiantes” con grandes habilidades sociales y que consiguen grandes metas en la vida.
Principales elementos de la inteligencia emocional
Entre los principales elementos que Daniel Goleman incluye en la Inteligencia emocional destacamos:
- Autoconocimiento emocional: conocimiento de nuestros sentimientos y de la influencia de estos sobre nosotros.
- Autocontrol emocional: capacidad para dominar nuestros sentimientos o emociones.
- Automotivación: conseguir dirigir las emociones hacia objetivos y metas. Requiere de iniciativa.
- Empatía: capacidad para ponerse en el lugar de los demás.
- Habilidades sociales: capacidad para relacionarse con los demás.
Material para trabajar la inteligencia emocional en el aula
Una vez llegados a este punto, cabe destacar la importancia de trabajar la inteligencia emocional en el aula. Por lo que queremos compartir con vosotros algunos materiales que hemos encontrado y que creemos serán de gran ayuda.
Vídeos
Los vídeos se convierten en una herramienta de lo más visual para trabajar en el aula. Un material que acostumbra a captar la atención de los estudiantes. Y, existen multitud de vídeos sobre inteligencia emocional circulando por Youtube, pero hemos querido destacar estos tres:
Compartimos un fantástico vídeo con el que podréis trabajar las emociones con vuestros alumnos:
Otro vídeo que explica cómo el control de nuestras emociones se convierte en una pieza clave para conseguir el éxito en la vida personal y en el ámbito laboral:
“Cuerdas” un cortometraje de Pedro Solís García. Ganador Goya® 2014 en la categoría de “Mejor cortometraje de animación español”.
Cuenta la historia de María y Nicolás, dos niños que ven como sus vidas se cruzan en la escuela, pero parece que por una muy buena razón. Una emocionante narración que encierra un profundo mensaje sobre inclusión, respeto, amor…
Aplicaciones
En la actualidad existen cientos de aplicaciones de las que nos podemos valer para trabajar las emociones en el aula:
- Stop breathe & think : para mejorar el autonocimiento y la regulación de las emociones.
- Gomis: una app para desarrollar la inteligencia emocional.
- ¿Cómo estás hoy? Una app para “aumentar la conciencia emocional.”
- Adiós enfados: presenta a un niño que siempre está enfadado, pero un buen día decide cambiar.
Actividades
Por último, queremos hablar acerca de algunas actividades que se pueden realizar en las clases para trabajar la inteligencia emocional, como pueden ser los juegos, los cuentos, etc.
- Crear un diccionario de emociones.
- Lectura de cuentos sobre emociones.
- Realizar juegos como el teatrillo de las emociones, o dibujar emociones, dominó o el bingo de los sentimientos.
- Utilización de técnicas de role-playing.
- Aprendizaje cooperativo.
- Actividades en las que se utilice la imaginación.